Alina guarda la esperanza de que algún lunes las cosas mejoren. Sin embargo, no esperaba que ese lunes su vida cambiara para siempre. Daniel, su mejor amigo, se suicidó a causa del bullying que sufría por parte de Mauricio y otros compañeros. Una noticia que, para ella. modifica todo radicalmente; pero para el resto de la escuela parece no tener efecto alguno. Entre la ira, la tristeza y el desconcierto, Alina no sabe qué castigo aplicar a los responsables del sufrimiento de su mejor amigo, así como de otros chicos y chicas que prefieren dejar pasar las torturas silenciosamente a alzar la voz, defenderse y denunciar a los bullies con sus profesores.
Bube, la abuela de Alina, le habla de una criatura mística que actúa como un defensor, una especie vengador ancestral. Lo mejor de todo es que ella tiene la receta para crear uno. Junto a Lenny, su golem, Alina tendrá que aprender que cada persona es responsable de sus actos y que la justicia no es un concepto en blanco o negro que se pueda aplicar sin consecuencias.