“Guadalajara era el perfecto resumen del contraste. Y no sólo por la irrupción del mataindigentes en una sociedad que se esforzaba por amarrar las buenas costumbres bajo la inspiración de un catolicismo, muchas veces ultramontano. También lo era por la existencia de fenómenos que atentaban contra su recia conciencia. Por ejemplo, aquella era la ciudad de la República con mayor número de homosexuales frente a estadísticas charras que referían a la hombría de sus habitantes, entre olores de pólvora y abundantes tenorios”.
Luis Mendez Asensio.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1994. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.