Los versos suelen ser criaturas de trato difícil para los poetas modernos, por increíble que parezca. Es un espectáculo emocionante, entonces, ver en acción de escritura, de meditación, de pasión de forma y de sonido, a uno de ellos, a un poeta moderno; pero en este caso -el caso de Óscar de Pablo y el de este libro, ligado orgánicamente a los anteriores de él- con una precisión y un gozo que incluyen entre sus recursos la indignación de claro signo político, el sentido de la Historia que Nietzsche pedía para nuestro pensamiento, las reconfiguraciones mito-poéticas que tanto nos hacen falta. Al tomar en sus manos la materia dúctil del verso y construirla, deconstruirla, reconstruirla, Óscar de Pablo está haciendo lo mejor que puede hacer un poeta entre nosotros: darnos las palabras como vías de una transformación profunda. En las páginas de este libro de hermoso título, De la materia en forma de sonido, encontramos el juego, la tragedia, el paisaje -sobre todo el intenso y desbordante paisaje urbano-, las sensaciones y las ideas en su mejor vehículo: el vaso del poema.
David Huerta