Durante mucho tiempo, Terrnun fue un planeta hermoso; el recuerdo de lo que una vez fue, se perdía entre documentos almacenados en las universidades con el fin de estudiar cómo había sido el planeta en épocas mejores. En aquellos tiempos, poseía ricos yacimientos de minerales e incontables recursos naturales como agua, flora y fauna de una gran variedad. La naturaleza fue generosa con el planeta y sus hijos, pero todo eso se estaba acabando. Los habitantes de Terrnun abusaron del planeta sin misericordia alguna: sacrificaron la ecología por su afán de tecnología en nombre del progreso. Donde antes se levantaban bosques y selvas imponentes, sólo quedaban desiertos que se esparcían como inmensas algaidas sin mar, con algunos insectos como únicos moradores de esta agreste región, lograron evolucionar ante un cambio inevitable; la atmósfera se vició, un aire poluto corría bajo nocivos rayos ultravioleta que cruzaban el cielo sin la protección de una capa de ozono; el agua comenzaba a escasear, eliminar los contaminantes era cada vez más difícil y costoso.