Todo libro es una herida, la huella de la violencia del tiempo sostenida como una canción. Incisión es un libro de ruptura individual y colectiva, pero sobre todo un libro que forma parte de una tradición, la tradición mexicana, pero que dialoga con otra: la del poema en prosa francesa. El poeta se enfrenta a su memoria, a sus raíces lejanas, y recorre sus moradas interiores en busca de "la materia intacta de otros años".
Una luz se eleva en cada línea para mostrar su emblema, para hacer de la poesía una experiencia y de la vida un manifiesto:
Lejos de las conversaciones de los adultos, en un rincón, frente a una pequeña fogata, juré mi destino del mal tiempo, prometí construir una casa errante de palabras, echar raíces allí, construir mi canto.
Audomaro Hidalgo