La poesía de Aarón Rueda, poeta Veracruzano, es una propuesta cada vez más consistente en el concierto nacional de jóvenes voces en un México donde la poesía actual que se ha visto vaciada por los tonos y las corrientes de moda. Un lenguaje que rompe con los estándares y viene a oxigenar el estancado poetizar –sobre todo- de la región sur a la que pertenece y de la que se nutre el oficio vivencial del poeta. En su libro Cachalote, Premio Nacional de Los Juegos Florales de Toluca, lejos de encontrarnos con el pasito aprendido de los ritmos reiterativos de la novísima poesía, nos enfrentamos a una narrativa que además de cadenciosa y de una atmosfera de lo temporal, nos permite un ejercicio del razonamiento, es decir, libre de construcciones verbales obvias e imágenes enmarañadas. Cachalote es, pues, un libro que de la prosa mesurada y luminosa al verso libre discreto e intenso, para el disfrute de la buena lectura, un atino más en la cuesta hacia la verdadera poesis que Aarón Rueda ha emprendido.
Níger Madrigal