Esta primera novela de José Woldenberg es a la vez un relato sobre el pasado como suceso histórico (la muerte de Obregón, la rebelión cristera, el Holocausto…) y una divagación ensoñadora de un anciano judío y su atenta entrevistadora que van encontrando el sentido de las verdades, presentes y ausentes, ahí donde menos lo buscaron.
¿Cuál es la verdadera historia de un inmigrante judío-polaco que cruza el océano en 1922 con la intención de abrirse camino en los Estados Unidos y se queda irremediablemente en México? Una estudiante de sociología, encargada de elaborar una tesis sobre los judíos en nuestro país, está convencida que la vida del anciano inmigrante –“El Ruso”− puede ser aprehendida con un “método científico”. Las memorias de su objeto de estudio le descubren una realidad compleja en las que se entremezclan azarosamente la historia de México y las emociones, las anécdotas, el humor y la fe de una familia de inmigrantes que bambolean entre la decantación de sus propias raíces culturales y la problemática recepción de la tradición mexicana. En el afán por resucitar el pasado, los personajes de Las ausencias presentes quedan atrapados en los laberintos de la memoria, envueltos en un juego gozoso y fascinante