Olivier Sillig es un ecléctico de las artes del relato verbal y visual, ya sea en un medio unidimensional —el papel—o en la dinámica del celuloide.
Skoda es una novela cuyo contexto es la guerra, escenario sucedáneo de la tragedia. El autor nos remite de modo muy sutil a la teoría de los soles negros de Boris Cyrulnik; testimonia que la vida es el oxímoron por excelencia y que el horror que rodea a los personajes no los excluye de asediar las gnosis de la esperanza, el amor o el deseo. Así se afirma que lo circunstancial y lo ambivalente son características de la vida humana. La hilación ágil y concisa del relato borda uno a uno los cuerpos de los protagonistas: territorios que se codician o transgreden con atrocidad.
Sillig acierta y recuerda a los lectores que las letras tienen tal claridad que se convierten en una luz cegadora.
Javier Muñoz Nájera
