A través de estas páginas los seres humanos se desenvuelven bajo lemas de forajidos, sea en distintos grupos sociales, en la urbe o en pequeños poblados. En ellas existe la tierra glamorosa y el mundo de los perdidos: como Jesús a quien le gustan los hombres y comer tierra o la lesbiana que es insultada en las páginas de sociales de un diario de la ciudad de México. Estos personajes existen en el subsuelo o en los alrededores de los convencionalismos, se les hace a un lado o se les escarnece; no obstante, en el interior de los perdidos lo que prevalece es la entereza y el imbatible deseo de ser.
Es posible encontrar, por otra parte. el acertado uso de un tono ligero en varios textos, un ejemplo de virtuoso es el tratamiento humorístico que da a las hazañas, pericia y gracia de un héroe astado. invencible hasta el doloroso final en el que la cuadrilla completa lo ultima. Aunque situados en el borde del carnaval oscuro que es la vejación de uno hacia el otro, en la llaga o el desdén de uno mismo, en la simpatía, los cuentos de El infierno es un horizonte abierto ofrecen serenidad, tensión. burla, ternura, pintan el dispendio de la existencia con lucidez y concisión, el brío de su lenguaje va al parejo de su musicalidad.