Enciclopedia de la Literatura en México

La pasión por las moscas

En, La pasión por las moscas, van apareciendo varios personajes, uno de ellos es la Ciudad que se revela como un ente vivo, que se traga a las personas que deambulan por sus arterias, pocos se salvan de este demiurgo llamado Megalópolis.

Los personajes de estas mini-ficciones son seres desamparados, que sobreviven al mundo posmoderno del consumo, marginados que como la Celestina, El Quijote, Sancho, El Lazarillo de Tornes o nuestro Periquillo Sarmiento, meditan, intervienen, toman la palabra, recuerdan y viven del otro lado, en la otredad negada.

Sergio García nos propone mirar la ciudad de otro modo, desde la profundidad de lo negado, desde abajo y la horizontalidad que da andar a pie. Es un recorrido desde la periferia al centro, desde el pensamiento lateral para intentar llegar a la esencia del ser que está siendo. Son sombras que se mueven en lo sórdido y nos van desvelando el laberinto urbano.

El autor es un narrador que nos sorprende con el manejo de la mini-ficción, el cuento breve y la narración de más largo aliento, haciendo uso de la epifanía, lo alegórico y la condensación propia de los cuentos modernos y posmodernos, con finales ausentes, poéticos, surrealistas, donde el lector es una pieza importante en la construcción de la narración.

La pasión por las moscas es una provocación que invita a cruzar el pantano y manchar el plumaje de las aves torcaces del paraíso y aventurarse en otros paraísos, en aquellos donde Job pierde todo y le reclama a Dios el desamparo en que lo ha dejado. Invito a leer el libro en general, pero poner especial atención en los cuentos de Bodoque, Li Po y Quique, Paquita y la maleta café, son hallazgos de buena literatura perdurable.

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.