Entre las obras de nikkei brasileños, la primera novela del sansei (tercera generación de nikkei) Oscar Nakasato, Nihonjin, es una de las más representativas de la agencia femenina y de la lucha contra un entorno social patriarcal. Mediadas por una voz masculina, vemos la experiencia de dos personajes femeninos, la inmigrante de primera generación (issei) Kimie y la de segunda generación (nisei) Sumie, que contradicen el estereotipo de la dócil y sumisa esposa o hija nikkei. Nihonjin, por la que Nakasato ganó el Premio Benvirá de Literatura y el prestigioso Premio Jabuti, recrea el proceso migratorio de japoneses a Brasil y la articulación de una identidad cultural transnacional. Algunos de los conflictos de la novela surgen a raíz de la decisión del gobierno brasileño de aceptar únicamente a familias con un mínimo de tres adultos capaces de trabajar en las plantaciones de café, lo que llevó a la creación de relaciones familiares artificiales.