Angélica Cortázar propone un trabajo poético minimalista que no puedo dejar de asociar con el escritor español Baltasar Gracián, quien, en la primera mitad del siglo XVII, sentenció: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, expresión que valora en grande lo que, además de bueno, es breve, corto o diminuto. Los ingredientes lingüísticos hacen que cada comunicado de la autora tenga la imaginación en el cielo y la realidad en el piso, y nos entrega un sutil bestiario donde no sólo hay abejas, sino también ballenas, iguanas, aves, peces, entre otros. Ha logrado sacar de la amargura la miel, igual que las abejas. Un asesino hará todo para demostrar que en el mundo no hay lugar para la bondad.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2020. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.