El desenfreno sexual de Francisco, un Junkie de la pornografía y los artefactos sexuales, lo aleja de los estándares de lo aceptable en una gran ciudad, en la que todo lo normal se esconde y lo apenas aceptable se encuentra.
El sucio arte del décimo haiku nos muestra los límites de lo sexualmente tolerado y la soledad de los personajes que viven sus vidas como si todo lo inaceptable fuera normal. Hot lines culturales, mamporreros citadinos, fayuqueros adictos a la humillación y mujeres con la piel de silicona nos llevan de la mano a otra experiencia del amor. Haikus hilarantes, sucios como la vida y el cinismo del que da la espalda a las convenciones sociales que lo enjaulan.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.