¿Habrá algo peor que morirse? ¿Qué tal vagar como fantasma en el último lugar donde estuviste con vida, por toda la eternidad, sin posibilidad de salir de ahí? Ése parece ser el triste destino de Isabel, una niña que tiene más de sesenta años atrapada en un edificio de oficinas, y de la que todo mundo huye. Ella ya está resignada a ser la típica “niña que se aparece en las noches” (aunque en realidad la pueden ver a cualquier hora), hasta que un día se topa con Carmen y René, dos amigos (aunque no lo parecen) aficionados a las historias de terror. Y para mayor sorpresa, los tres descubrirán que hay otro edificio cerca de ahí, con otras dos niñas fantasma atrapadas. ¿Será coincidencia o habrá algo más detrás de ello? ¿Por qué sólo hay niñas fantasmas? ¿Existirá alguna manera de ayudarlas para que dejen de ser almas en pena? ¿Tal vez presentar un oficio por triplicado? ¿Pero a quién?.