Rubén Vizcaíno Valencia extrae de sus ejercicios de reflexión trascendente las revelaciones del alma a través del lenguaje poético como sustancia a la que trata con cuidado, porque refleja el fluir de su propio ritmo exaltado: tierno, íntimo, amoroso o agresivo, ya que aspira a decir lo que había dicho, al tiempo que descubre a ese otro yo con el que conversa, ríe de él, lo interroga y lo asombra con lo que dice en la reelaboración y transmutación de sus temas a lo largo de estos diez años de fidelidad a la poesía.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2017. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.