La poesía no es un milagro, es un hecho. No es arrojada por los ángeles, por los hados. Se germina, nace a través de un proceso, de un amalgama (mejor dicho) del intelecto y lo artístico. Es un híbrido cuyo discurso emana del pensamiento subjetivo del autor, que no le importa decir cómo son o fueron las cosas, sino cómo se sienten. En esa explosión subjetiva, la onda expansiva se reconoce en la universalización de los hombres. Ahí radica su permanencia.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.