Si Rubén Mora no captase en sus poemas la verdad absoluta del pueblo que ama y comprende, no sería, de seguro, el alto poeta que es. No habría encontrado su destino de música. Carlos Pellicer, cuya sensibilidad artística no está en duda, ha comparado al maestro Mora con el Martín Fierro, añadiendo que ambos pertenecen a ámbitos diferentes, a distintas esferas espirituales. En esa medida de expresar el paisaje personal universándolo, Rubén Mora está al lado de otras figuras cuya sola evocación es un deleite: Ramón López Velarde, el de Fuensanta y todas las lágrimas del mar. Federico García Lorca el gitano de verde luna; Rómulo Gallegos, escultor de la Guajira venezolana. Eduardo Barrios, quien a veces viste el poncho del general San Martín para cruzar los Andes y otros que se me escapan a la memoria, pero no a la inmortalidad.
El paisaje de Rubén Mora es, en el alma de todo guerrerense, la música de nuestro corazón hecho tierra y altura. Es nuestra misma y agreste Tesalia en versos que han sido arrancados del alma morena de la raza, y en los que vibran las palabras de nuestros semidioses libertarios, con auténticas revelaciones y lenguaje populares. Es también el paisaje humano y maduro del hombre del sur, alegremente triste, que canta lo mismo en la costa multirrelatada, que en las azules montañas, o en el invasivo fulgor de la Tierra Caliente... y es también, y quizá sobre todo, la mujer como suprema manifestación de la más alta concepción de la línea. La forma suma, y el amor total, en el que se resumen todos los amores y se confunden los conceptos. Patria, novia y madre, suprema trilogía del "ser hombre".
Todo eso regido por la más alta de las voluntades. La voluntad de creación, que según Goethe es el eje sobre el que gira el espíritu del mundo. Para ser un auténtico poeta en nuestros días, es necesario hacer del pensamiento el pan de la multitud. La misión del poeta, de un poeta verdadero como Rubén Mora, es hacer constantes esfuerzos por lo grande, dar a los espíritus lo verdadero, a las almas lo bello, el amor a los corazones.
Raúl Leyva
Como editores nos complace publicar la Antología poética de tan destacado escritor y su obra viene, por su importancia, a hacer meritorios nuestros esfuerzos por rescatar la bibliografía guerrerense