Es asombrosa la capacidad de Edilberto Nava García como narrador. De hechos, de lugares, personas y cosas que existen o existieron en la realidad, entreteje historias ficticias empapadas de leyendas, creencias y miedos de un pueblo llamado Apango. Y Apango se convierte, en su narrativa, en la comunidad misteriosa en la que deambulan los fantasmas y la muerte que, aunque desvelada, cumple eficientemente el encargo que se le ha encomendado para siempre.
En las historias de este nuevo libro de relatos Edilberto borda, con maestría, un hermosísimo tapete de costumbres, dichos, herbolaria y recuerdos que, a la luz de los candiles en noches de velación, cubre toda la región y le imprime un colorido propio e intransferible. La luna, las estrellas, los grillos, las aves, los hombres y las mujeres se mueven con características tan especiales que las hacen inconfundibles.
Este libro es, también, un libro de Historia. El pasado de Apango se conoce íntimamente a través de estos relatos. Pero no su pasado a secas, sino el pasado que incluye formas de ser, de hacer y de creer.
Definitivamente, Edilberto Nava García se descubre, ahora como un narrador de primera, digno de ocupar un lugar privilegiado entre los narradores surianos de todos los tiempos.
Juan Sánchez Andraka
Es asombrosa la capacidad de Edilberto Nava García como narrador. De hechos, de lugares, personas y cosas que existen o existieron en la realidad, entreteje historias ficticias empapadas de leyendas, creencias y miedos de un pueblo llamado Apango. Y Apango se convierte, en su narrativa, en la comunidad misteriosa en la que deambulan los fantasmas y la muerte que, aunque desvelada, cumple eficientemente el encargo que se le ha encomendado para siempre.
En las historias de este nuevo libro de relatos Edilberto borda, con maestría, un hermosísimo tapete de costumbres, dichos, herbolaria y recuerdos que, a la luz de los candiles en noches de velación, cubre toda la región y le imprime un colorido propio e intransferible. La luna, las estrellas, los grillos, las aves, los hombres y las mujeres se mueven con características tan especiales que las hacen inconfundibles.
Este libro es, también, un libro de Historia. El pasado de Apango se conoce íntimamente a través de estos relatos. Pero no su pasado a secas, sino el pasado que incluye formas de ser, de hacer y de creer.
Definitivamente, Edilberto Nava García se descubre, ahora como un narrador de primera, digno de ocupar un lugar privilegiado entre los narradores surianos de todos los tiempos.
Juan Sánchez Andraka
Costa-Amic Editores, en su 60 aniversario, se complace en publicar la "Segunda Edición" de este fabuloso libro de cuentos, para seguir apoyando a los escritores mexicanos y engrandecer la cultura de México.
