No hay escritura que no sea una manifestación histórica, no hay escritura que no tome partido por algo (esto es: toda escritura se cohesiona a partir de su propia función, en el mismo sentido que ninguna función puede operar sin desarrollo de sus recursos): la escritura, de este modo, no es más que un efecto de historia que sólo opera como causa de la misma. [...]
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.