En este libro hay una puerta que se abre en cada paso y aparte, como si a la realidad se le colara otro mundo desde el abismo. En la mente se dibujan esos híbridos que somos, mitad sueños, mitad carne, seres que además, participan en un plano emocional. Personajes que vienen a habitar el calendario, llegan como un viento y como el humo se van. Desfilan imágenes entre asociaciones y vivencias que se quedan en el imaginario de la autora.
Así, Adriana Azucena Rodríguez nos presenta esta colección de minificciones al hilo. La suma de las historias y una suerte de folioscopio que se desdobla poco a poco para dar movimiento a las cien páginas que con ligereza marchan frente a nuestros ojos, como un monorriel etéreo, como una caravana de fantasmas nómadas que leen la palma de la vida.
Claudia Morfín, agosto 2020
