Minutos antes del estreno, la compañía se da cuenta que uno de los actores ha desaparecido. Además, ¿es cierto que algunos otros quieren sabotear la función, por ser una obra de izquierda apoyada por las altas esferas del teatro? El público ya está ocupando sus lugares, entre ellos el Secretario de Gobernación, a quien va dirigido el revolucionario mensaje del joven director. Aunque nadie esté listo, la función debe comenzar. Esto es: tercera llamada. Con provocador humor, Américo del Río Ortega nos revela que, a pesar de los artistas, el teatro está vivo.
-Fernanda del Monte
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2018. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.