El conflicto que plantea este libro es el de las relaciones entre ética y literatura en Hispanoamerica. Es interesante seguir el proceso contradictorio que hace de la literatura, por un lado, un privilegio divinizador que da a quién la ejercita el poder de decir la verdad contra el mal; y por otro, algo sospechoso y desconfiable, algo demoniaco que traiciona al escritor mismo e instaura un poder ambiguo. Entre ambos extremos tenía que surgir el problema crucial de la ética de la escritura, del componente moral de todo debate sobre la cultura. La violencia de la escritura no era ni es una consecuencia del contenido de las ideas que acarrea, sino una cualidad intrínseca de ella misma. El uso de la literatura se convertía así en una responsabilidad muy alta, y exigía del escritor una gran cautela en el manejo de aquella función que en sus manos podia convertirse en fuego.
El libro está dividido en dos partes. En la primera, bajo la rúbrica de "Abusos", se analiza la obra de tres precursores latinoamericanos del cuestionamiento ético de la escritura: Zeno Gandia, Gutiérrez Najera y Teresa de la Parra, y despeja una especie de resignada conclusión ante la violencia de la escritura apenas equilibrada por la conciencia pesimista de sus deberes éticos. En la segunda parte. "Admoniciones"; se abre de manera definida el problema de la relación entre los escritores y el mal y el de la ambigüedad de su ejercicio. Tres grandes figuras de la literatura hispanoamericana del siglo XX permiten al profesor Aníbal González deslindar los vínculos entre la escritura y el mal: Borges, Cortázar y Carpentier. El autor se beneficia explícitamente de las fuentes filosóficas y teórico-literarias más recientes, aprovechando el giro ético que ha tomado la desconstrucción, el carácter monológico de la ética y el influjo de Levinas contra el hegemonismo de la estética.
El profesor Aníbal González, nacido en Puerto Rico, es profesor de la Pennsylvania State University y distinguido ensayista.