En este libro -ya un clásico-, Roland Barthes vuelve a demostrar su extraordinario talento para leer un texto, para pensar ideas literarias sustentadas en la minuciosa materialidad de las palabras. Tomando como territorio Sarrasine, una novela corta de Balzac, lleva a cabo un magistral ejercicio de microanálisis de un relato en su totalidad y renueva lo que habitualmente entendemos por exégesis de la literatura. Para eso, se vale de una estrategia que coloca los procedimientos críticos en primer plano: la argumentación apoyada en un itinerario de citas, comentarios que reflejan fruición lectora además de rigor analítico, y una paciente lectura frase por frase que logra relacionar cada unidad de sentido con la trama discursiva, cultural e ideológica de una sociedad. S/Z lleva la crítica literaria a su límite interno con la literatura, y eso se ve también reflejado en la arquitectura del libro: hacia el final se reproduce integralmente la nouvelle de Balzac, lo que permite poner a prueba el trabajo de Barthes y apreciar el riesgo intelectual de su proyecto, su capacidad para "maltratar" y quebrar la literatura que más admira como un modo de sacarla del lugar intocable de "clásico" y hacerla hablar los lenguajes más insospechados.