Como reza el subtítulo de este volumen, La mirada de París (Premio Internacional Siglo XXI-Universidad de Sinaloa-Colegio de Sinaloa) se ocupa de la lírica del siglo XX y de sus asedios críticos, desde el punto de vista de la teoría de la literatura y la literatura comparada. De forma divulgativa, y sin embargo rigurosa, Jordi Juliá nos ofrece ya desde la introducción un escrutinio de la disciplina de la crítica literaria, a través de una metáfora que cohesiona y da título al libro: el personaje mitológico de París se contempla como el primer crítico, puesto que a él le fue encomendado discernir cuál de las tres diosas era la más bella, a cuál debía entregar la manzana de la discordia. Las investigaciones casi arqueológicas (para utilizar el término que Foucault acuñó) de este ensayo toman como punto de partida las más de las veces el siglo XVIII, pero acaban siempre desembocando en el siglo XX. El papel de la lectura y su función en la configuración de la cultura, junto con la activa participación del lector en la interpretación y valoración literaria, se suman al estudio de conceptos teóricos específicos: por ejemplo, un repaso histórico del término "sinceridad", del Romanticismo hacia el novecientos, o una consideración de importancia de la justeza de tono en la lírica, en unos tiempos en los que los valores absolutos han caído y la sociedad se ha fragmentado interiormente, a pesar de la actual globalización mediática. Todo ello sin dejar de prestar atención a las ideas de canon literario y de tradición, muy en boga desde finales de siglo XX y principios del nuevo milenio. Cada uno de los capítulos del volumen constituye un auténtico "ensayo de explicación": pequeñas iluminaciones de piezas poéticas o pensamientos críticos, modestas lecciones sobre la lírica del novecientos y determinados aspectos de la cultura moderna, que destacan la importancia de las relaciones entre la literatura y las demás formas de cultura (las artes o el fenómeno de la traducción, por ejemplo). El estilo ameno y la acuidad crítica de Julia se ponen al servicio de la lectura, la interpretación y la precisión intelectual aprendida de los grandes poetas- críticos de la modernidad (Auden, Baude!aire, Borges, Eliot, Ferrater, Paz, Reyes, Riba, entre otros), para desembocar en un eficaz ejercicio de crítica de la autoconciencia, que el autor atisba que será la propia de este nuevo siglo.