Si la crónica es el género periodístico de la literatura y el género literario del periodismo, entonces estamos ante un libro de periodismo literario con el particular estilo de Paul Medrano. Un poco gonzo, un poco anfibio, un poco ornitorrinco, Medrano ha sabido¿ nadar en el periodismo sin embriagarse en su propia prosa. Gonzo porque se hace parte del entorno que ve, palpa, describe. Anfibio porque se sumerge y con las branquias de un batracio respira dentro de los ambientes que se desenvuelven sus personajes, sin marearse por el vértigo del narco o la autodefensa, ahogarse en el humo del yonqui o en el escupitajo del borracho. Y ornitorrinco porque sólo alguien como Paul Medrano se hace pasar por distintos seres cuando lo necesita. O, dicho de otro modo, puede ser lo mismo un alcohólico, un drogadicto o un simple espectador. Todo con tal de conseguir el retrato mental y afinar la mirada. Una mirada propia, que termina en crónica.
David Espino