Vidas ásperas es la primera producción literaria de Sandra Arenal. Como un homenaje a su recuerdo se ha decidido editar este libro que ganó un premio cuando ella estudiaba la Normal Superior.
En sus páginas encontramos la injusticia, la miseria y el dolor de una mujer de la que ella quiso hablar. Doña Meche era una conserje de una escuela, Sandra la conoció y la escuchó, conmovida con su historia decidió narrarla, determinada a que esa historia se supiera, que como Mercedes había muchas mujeres con historias parecidas que quedaban por ahí, ocultas, solas, olvidadas.
Después de esta novela, Sandra viaja a Barroterán, Coahuila, y conoce a las viudas de los mineros de aquella gran tragedia, estas mujeres le permiten entrar a sus vidas, a sus familias, a su dolor, y entonces ella decide que sus testimonios son muy valiosos, que alguien debe darles voz y es a lo que entrega todo su trabajo literario, testimoniales de tantas y tantas injusticias, centradas en los niños y las mujeres de México. Ella publicó diez libros más.