«La violencia de no tener centro» puede definir la figura de Marcia, presente y ausente en cada relato de Nosotros los de entonces. La obra reconstruye el movimiento estudiantil de los años setenta en Monterrey, opuesto a un sistema dominante que constituía la renuncia a los ideales, el sacrificio de los deseos, especie de muerte en vida. A favor o en contra de esta resistencia juvenil, los personajes se presentan incompletos, perseguidos por las propias contradicciones humanas. En medio se sostiene Marcia como estandarte para no perder el rumbo ante impulsos que, desde dentro y desde fuera, la apartan de su eje. Este desplazamiento del centro se formaliza en la estructura fragmentada de Nosotros los de entonces. Nos encontramos ante una obra literaria y con valor documental, instantánea de un momento de cambio aún en ciernes en la vida del país; y de un momento, ese sí irrepetible, en la vida de cada uno de nosotros, la juventud.
Nohemí Zavala