Un reto a la capacidad de imaginar la vida como uno supone que pudo haber sido vivida por otro. Para convertirse en interesante, útil y aleccionador, un relato biográfico sólo puede ser —en mayor o menor medida— un ejercicio de ficción narrativa. Algunos biógrafos apuestan por la veracidad antes que por la belleza, y generalmente fracasan, porque la mayoría de los lectores no están dispuestos a aburrirse con la lectura de un currículum vítae, por muy documentado que éste sea.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.