Las palabras están llenas de sorpresas, guardan la memoria de los objetos e inventos, recuerdan acontecimientos, contactos entre culturas y pueblos. Estamos tan acostumbrados a ellas que rara vez nos asombramos ante su sabiduría y antigüedad. En lugar del solemne diccionario etimológico, proponemos aquí un juego entre la palabra y la imagen que ilustra su origen. Al descifrar los orígenes de las palabras, descubrimos metáforas involuntarias; la palabra "cosmos" revela el orden el universo y la palabra "diamante" el espíritu indomable del material.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.