La Clarice de Aprendiendo a vivir es el ama de casa que se enfrenta a los problemas domésticos: el presupuesto familiar, la sopera que hay que devolver, la mudez crónica del teléfono, la delicada relación señora-criada o la educación de los hijos. Dos décadas y media después de la publicación de su primer libro, cuando ya aparecía en las enciclopedias como uno de los grandes nombres de la literatura universal, no intenta ser "literaria" o interesante en estos textos que escribe, como ella misma afirma, "a vuela máquina" para el Jornal do Brasil.
Para muchos el descubrimiento de esta Clarice será una agradable novedad, tan asombroso placer como es sentir la manera libre y osada con que Clarice se enfrentó a la tarea de escribir semanalmente para el periódico.