Omar Lara lleva una relación afortunada con la naturaleza, como atestigua su vasta obra poética, pero también con los objetos, que ceden su domesticada corporeidad a la intensidad orgánica del resto del entorno. La palabra da y cobra vida, misma palabra que cosifica cuanto vuelve nombrable y anima todo aquello que parece sin aliento. Palabra carne, palabra escudo para proteger con algo el corazón, palabra madre, palabra aliento, palabra deseo, palabra cuerpo de mujer. En aparente reposo, ojo de huracán, Voces de Portocaliu va en su tercera edición; como si se tratase de una especie de tregua en la que no se distingue con exactitud si es el poeta quien la crea o si es Portocaliu mismo quien se comunica, habla.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.