La novela No me quedaré de Asbel Hernández pertenece a un realismo psicológico extremadamente íntimo y femenino. La trama externa se vuelve irrelevante a través del potente monólogo interior que se desliza con una excelente prosa hacia el alma de una mujer, que es donde todo sucede. Asbel nos muestra sin pudor a una mujer sin rostro, sin nombre, sin un cuerpo distractor del núcleo de su narrativa: la búsqueda, incluso en la repetición, de la imposible permanencia del amor, pasando de la resignación a la rabia. Y viceversa.
María Esther Núñez
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2017. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.