Gladiola Orozco ha dedicado su vida a la danza, el aprendizaje, la enseñanza, la coreografía, las gestiones. Desde que tenía catorce años hasta ahora, con poco más de ochenta, ha trabajado sin descanso a favor del único arte cuya materia es el cuerpo mismo. Sin embargo, en las breves pausas Gladiola escribió y escribe, casi siempre en papeles sueltos, reflexiones, poemas, relatos breves. Gracias a su curiosidad y sensibilidad, la Maestra ha plasmado en cientos de páginas sus preocupaciones más personales: el amor, la desigualdad, la creación, las adicciones, la muerte, la amistad, la soledad, la alegría y la melancolía de vivir. En estos relatos encontramos un impulso creativo que complementa su labor dancística y, sobre todo, su profunda humanidad.”
Bibiana Camacho