Andamio. Crónicas Albañilezcas contiene 38 relatos, algunos de ellos minificciones, cuyos personajes principales son los trabajadores mexicanos de la construcción. Si bien la carencia es un común denominador en los textos que aquí se presentan, no todo es tristeza o sufrimiento; hay amistad, reflexión, ternura, alegría y hasta la versión chusca de Don Quijote de la Mancha, quien, acompañado de su fiel Sancho, emplea varillas en vez de lanza. Los albañiles, paradojicos seres de las zonas urbanas, son el pilar de estas historias, como lo es el cemento de nuestros trabajos, hogares y escuelas, como lo es cemento del piso en el que a diario buscamos mantenernos de pie.
Everardo Martínez Paco, constructor de esta obra, ama la antropología como ama la literatura, pero sabe que sólo una de estas pasiones le dará de comer por el resto de su vida. Hace cuentos porque cree que es la manera adecuada de llegar a las personas, para dejarles un mensaje y hacer que reflexionen sobre lo que pasa en su entorno.
Nació en el Estado de México, pero vive de forma itinerante entre Iguala, Guerrero, y Cuernavaca, Morelos. Cree fervientemente que la literatura es un arma poderosa de protesta.