A propósito de cumplir treinta años de vida, y desde un modesto cuarto en un tercer piso, el poeta se angustia sobre la precariedad de sus lazos con el mundo. Pero el poema sigue buscando nuevas vías, más concreción y brevedad, para volver a poner el dedo sobre la herida de nacimiento y arrancar algunos gemidos al papel en blanco. Hay aquí una cierta estética de la frustración, de la impotencia y del desgano que se alarga de pronto en encuentros profundísimos del pensamiento. La ternura esquizoide del poeta enceguece con su dolor luminoso; e intranquiliza con su sinceridad.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2021. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.