El rey Osagboro adoraba el oro. Era conocido en el mundo entero por su enorme corona…y también por su enorme boca; siempre estaba abierta dando alaridos. En este libro descubrirás la historia de este rey tirano y caprichoso que, abusando cada vez de la amabilidad de las doncellas que lo atienden, les da por error la solución para liberarse.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2011. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.