Con El efecto Pigmalión, Gerardo H. Jacobo vuelve a ganar el Concurso Libro Sonorense en la categoría de cuento, como ya lo había hecho en 2016, y en la de novela en 2006 y 2010. Pone de manifiesto su capacidad para dar vida a sus personajes, a través de sus voces: una editora que se vuelve cada vez más maniática, un boxeador que no sabe si su victoria fue una derrota, el descubrimiento de que el amor eterno sólo sería posible de una manera horrenda, un soldado sin mucho mérito, un barman con su característico don de la conversación. Todo esto en historias de muy diversa factura. Dos de ellas se espejean. Una reúne a un montón de dioses para dotar al hombre de rasgos disparatados. Otra tiene un giro de tuerca inesperado. Y dos de ellas, si no es que todas, nos hacen preguntarnos si acaso somos víctimas del efecto Pigmalión, si no hemos dejado de ser lo que verdaderamente queríamos, para ser lo que todos esperan que seamos, incluidos nosotros mismos.