Y nunca fui tan alma como cuando cuerpo es una mera exploración, exploración de la palabra desde su sola forma; como un “dragar” la misma hasta transformarla, transmutarla en lo que paradójicamente es en esencia. Asimismo, esta exploración se da con todos los sentidos, con el cuerpo mismo, el cuerpo que es también cuerpo poético y que se metaforiza en el cuerpo de la propia palabra o la falta de ésta; pues los espacios y silencios son escritura de la escritura. Todo este juego de formas amorfas y de cuerpos, se jugará hasta crear poesía, pues el contenido está contenido en la forma, así como el alma está desperdigada por los pliegues del cuerpo. Mientras tanto yo seguiré jugando…
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2014. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.