Leer a Ramón Guzmán, es complemento perfecto, ser adulto joven y dejarte llevar por sus narraciones, es remanso de gozo y encuentro.
Fronteras rotas representa la posibilidad de libertad de pensamiento, acción y recreación a travéz de la destilada pluma de un educador literario, es trastocar las líneas del ser y del no-ser entre la angustia y la paz. Guzmán rompe con las formas de cuentos que leí de niño, renueva lo tradicional en el pensamiento latinoamericano.
Es intenso en los mensajes del alma, razón sublime y cazador de imágenes que atrapa del entorno, y están ahí, vienen de allá y reposan en la palabra, en el personaje, en el cuento. Disfruta compartir y motivar a otros para que emerja de sí la palabra, como buen formador traza caminos y veredas, llevando de mano y lanza al vacío para que surja el nuevo pensamiento con las letras.
Te invito a vivir y soñar desde la literatura, y fuerza de la palabra al vuelo esperado, al encuentro de conciencias con los personajes de cada cuento. Néstor contemplando a Meztli; el poeta que enamora sin saberlo; al maestro ejemplar para que acomodes tus ladrillos o el demonio que al final debe abandonar el cuerpo.
La aventura define a la juventud, dice Ramón.