Es horizonte la escritura presenta siete estaciones: “Radiografía lectora”, “Encuentro con el mar”, “Escribir la vida”, “Raudos relatos”, “Todo cabe en un refrán”, “Un golpe de vista: el haikú”, “Poesía visual” y, a manera de bonus track, un “Apéndice textual”; ahí, los autores dan cuenta de un todo concretado a través del lenguaje escrito pero sometido a la voluntad que hace del murmullo de la escritura una oscura premeditación del lenguaje. Se ofrece al lector de este libro como la conciencia trascendental de los autores, la cual busca desafiar el ímpetu de la inspiración voluntariosa para fijarse en los blondos territorios del subjetivismo moderno que, desde Descartes, ha modificado notablemente nuestra idea de la realidad. El lenguaje da al hombre -lo sabemos- posibilidad de fijar lo general de la experiencia y proporciona al movimiento interno del pensamiento la forma externa de existencia que es, a su vez, una forma del bien común: la creación literaria.