«así, ñero, vivir en las calles de esta ciudad es romperse la madre, pelarle los dientes al destino, saber que ésta es tu última pinche oportunidad de ser algo, pese a que este "ser algo" signifique pasar hambre, entrar en delirios, tirarse de cabeza, hacerse daño, morirse a cachos: deshacerse. la calle es del escuadrón y el escuadrón somos nosotros: el salva, el chaparro, el ojitos, la güera y yo».
El tonaya no perdona cuenta la descamada historia del escuadrón-de-la-muerte, un grupo de pordioseros que sobreviven en las calles del Centro Histórico de esta nueva Ciudad de México. Pieza de violentísima textura y lenguaje crudo que pone la mirada en la herida supurante de aquellos grupos que viven en el margen de todo: lo social, lo familiar, lo sentimental, lo humano.
«Edson Lechuga es una de las mejores noticias del paisaje literario contemporáneo en México».
Pablo Soler Frost
«Con un lenguaje incisivo y envolvente, Edson Lechuga nos coloca en el centro de la vida salvaje y dolorosa del escuadrón de la muerte, que habitan bajo los puentes, las esquinas, los callejones y baldíos. La cofradía hermanda en el Tonaya es el espejo más crudo de nuestra sociedad y de nosotros mismos: donde no hay más destino que la espiral vertiginosa hacia el descenso. Y en todo ello, sólo la palabra y la música de la prosa, de un autor que ha explorado sus límites, puede dignificar a los descastados».
Mónica Lavín