Un buen lector —según Tzvetan Todorov— es un escritor pasivo: escribe en su mente un nuevo libro, su libro, construido a partir del diálogo entre lo que lee y lo que sabe, respeta, cree, ama, anhela.
En Extraño oficio, Ricardo Sigala pone en papel el diálogo que ha establecido con diversos textos y ofrece al lector la oportunidad de reflexionar acerca de la relación entre el oficio de la escritura, el autor y la obra.
Este volumen se compone de tres partes: la primera trata acerca de la relación entre los libros y los lectores, y la posibilidad de una ética de la lectura; la segunda repasa el trabajo de Claudio Magris, Juan Gelman, Julio Ramón Ribeyro, Juan Gabriel Vásquez, Margo Glantz, Juan Villoro, Myriam Moscona y Pablo Brescia; estableciendo un diálogo con su obra; la tercera parte —más abarcadora— repasa los trabajos de Dante Alighieri, Juan Rulfo y Fernando del Paso, así como el diablo como leitmotiv y el cruce entre los sentidos —gusto y oído—, la soledad y la literatura.