Tropa que avanza al despertar la aurora, lebreles feroces que sus ladridos ofenden; pisadas que dejan huella en el lugar que pisan.
Imberbes que salieron de casa sin saber la causa por la que lucharon; Luceros que se apagaron sin ver un mañana.
Ojos azules, verdes, cafés o negros ojos de diversos colores que jamás volvieron a ver la luz del cielo; todos aventureros.
Días sin pena ni gloria sólo la fría mortaja; Niños que lloran, perros que ladran.
Esta es la historia de la conquista de la que tanto se habla.
Morriones, cotas de mata, adargas, espadas armas que vomitan fuego que laceran cuerpos y almas.
¿Qué son ahora? ... almas que vagan desde la aurora hasta retornar al alba.