“¿A qué vine?”. Es la pregunta que Damián, protagonista de esta historia, se hace una y otra vez durante el viaje de regreso a su ciudad natal, tras su partida hace cincuenta años. Con la vejez a cuestas, comienza un periplo por la memoria reandando las calles de Ciudad Malangar, en la isla de Nueva Canaria. Vuelve, dice, con la intención de replicar, de pararse frente a lo que ha sido su historia. Sin embargo, esta intención se verá de pronto invadida por la presencia de una antigua novia, una mujer que lo conecta con aquel joven que fue y que se quedó con tantas cosas sin decir.
Con un tono entre nostálgico y crítico, Francisco Prieto nos presenta a este personaje que reconstruye su vida a través de la escritura: Damián es novelista, y este viaje es, también, lo que sustenta un nuevo libro. Así, esta obra va más allá de contar el pasado del narrador. La historia se cuenta desde el presente, y es una historia que interpela al lector, mezclando la memoria con las acciones actuales. Una réplica es un juego de espejos, donde el narrador se desdobla y fue, es y será a un mismo tiempo.