Larga oda a la salvación de Osvaldo es un libro escrito a cuatro manos por Minerva Reynosa y Sergio Ernesto Ríos. Hay al menos dos vías en este poema: la anecdótica y bicéfala desnaturalización del Yo. Es un homenaje al poeta argentino Osvaldo Lamborghini y es un poema a la memoria postadolescente, sobreviviente del amor, sexo y drogas, el placer, la imaginación, el terror entremileniano e infinito en el derroche de lenguas (inglés, francés, náhuatl, ruso, portugués), afectaciones y vagabundeos “esquizonautas”. Esta es una versión remixeada de un libro originalmente de más de 80 cuartillas; es breve pero de mayor velocidad para el lector, con énfasis en los juegos visuales a propósito de las estructuras textuales domesticadas en las pantallas cotidianas. Ahí es donde cobra más riesgo este libro experimental, de desescritura bicéfala, una reelaboración de aquella aspiración postosvaldiana y post pizarkniana: “no hablo con mi voz, sino con mis voces”, a “voces que hablan y simulan el habla y la escritura”.