Las autoras aquí reunidas habrían ameritado el curioso epíteto de «evaporadas» acuñado por Gustave Flaubert y refrendado por Mario Vargas Llosa en su excelso ensayo sobre Madame Bovary. Una «mala» contemporánea, una «evaporada», no es una mujer sexualmente liberada, aventurera o desobediente, sino una que se deja arrastrar por el infortunio, pasiva ante la autodestrucción, temerosa de la gloria, y esclava de sus miedos, complejos y pasiones. Ninguna de estas geniales mujeres tuvo una vida fácil, casi ninguna hizo algo por mejorarla y todas, sin excepción, tuvieron un final trágico que orilla a la reflexión.
Eve Gil
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2018. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.