Sylvia Arvizu ha ganado tantas veces el premio «José Revueltas» que ya no recuerda con exactitud cuántas son. Es el premio intercarcelario de cuento más importante del país. Y recientemente su equivalente en dramaturgia. Pero con Las celdas rosas pega un brinco en su ascendente carrera y gana por primera vez un premio en el ámbito civil, el Concurso del Libro Sonorense en el género de crónica, que han obtenido autores publicados por Nitro/Press como Franco Félix, Carlos René Padilla y Carlos Sánchez, y en cuento Sylvia Aguilar Zéleny y Cristina Rascón Castro.
Hay dos formas fáciles de afrontar la vida de las mujeres en prisión en nuestro país y los motivos que las llevaron allí: una es pasarla por alto y la otra es convertirla en un valle de lágrimas. El mérito de Sylvia Arvizu ha sido encontrar una tercera opción. La más ética y estética posible. La de reintegrarle su carácter humano.