En estos cuentos, Luis Ricardo Palma de Jesús emplea una serie de recursos narrativos que destilan en una atmósfera sombría de la que sólo quisieran salir quienes se sienten ahogados en sus propias pesadillas. Asimismo, entrelaza historias cosidas por el sueño, en escenarios variados, recurrentes y precisos, cimentados en la llama de un sueño que nos motiva a descubrir lo que sucede más allá de sus páginas. De pronto, cuando menos lo esperamos, ese sueño se derrumba abruptamente por la inevitable recurrencia del tiempo en el que habitan sus personajes: un hijo que dialoga en silencio con su madre, una madre que da por muerto a su hijo en la matanza de Tlatelolco, un hombre aparentemente normal confundido con un suicida y la cinta de una película que reconstruye una historia paralela yuxtapuesta como si de un juego de espejos se tratara. Hablamos de historias impregnadas de comienzos y finales aparentes, un mundo ficcional que sólo puede entenderse en el realismo fantástico que de vez en cuando nos recuerda a Franz Kafka.
Mario Martz