Un día, un demonio que vive en el centro de la Tierra, se asoma a la superficie de la tierra, y descubre la creación divina. Celoso, busca crear algo por su cuenta. Con piedras preciosas y lágrimas da forma a una pequeña criatura inanimada. Para infundirle vida, engaña a Dios presentándosela como un regalo para que Él le otorgue el soplo de vida. El aliento divino la convierte en una abeja hecha de lágrimas y tristeza, que vuela incansablemente, de flor en flor, en busca de dulzura para vivir.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.