Una gitana le reveló a Severo: "Llegarás tan lejos como quieras y serás tan rico como deseas. Nada podrá detenerte, ni siquiera tu propia desgracia... ¡Ten miedo de ti mismo, marinero!" Cumplidos los primeros augurios de la adivina, dueño del ingenio "Fortuna", explota a sus esclavos sin sospechar que uno de ellos y su propia hija se unirán para desafiar su poder.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2006. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.